Cultivar tomates ¿Qué tener en cuenta?
¿Cómo cultivar tomates?
Si has llegado a este artículo porque quieres adentrarte en el mundo del cultivo de tomates, debes saber que esta plantación es una de las más exigentes, ya que necesita una cantidad de riego y de sol específico para que la siembra tenga un buen resultado.
Aún así, el resultado de tu cultivo puede ser óptimo si sigues nuestros consejos y preparas tu plantación utilizando distintos elementos para que los tomates crezcan y obtengan el sabor y la forma deseada.
Si te estás planteando cultivar tus tomates en una maceta, en un invernadero o al aire libre en tu huerto particular, te vamos a orientar sobre qué pasos tienes que dar para que tu siembra sea de 10.
Comenzamos.
Cómo cultivar tomates en una maceta
Si te has decantado por cultivar tomates de esta forma, primero necesitas una maceta con sustrato humedecido. En caso de no tener semillas, puedes cortar un tomate en distintas rodajas y ubicarlo en la maceta de forma separada.
Posteriormente, es necesario que tapes las diferentes rodajas de tomate con más sustrato y que deposites un poco de agua en la maceta si la tierra no estaba humedecida.
Al cabo de una semana, el tomate habrá germinado y podrás observar las semillas.
Cuando ocurra esto, te recomendamos coger los brotes y ubicarlos en semilleros u otras macetas para que puedan crecer de forma individual.
Si quieres un truco para hacer un semillero casero, te recomendamos utilizar un rollo de papel higiénico.
En este momento, solo tendrás que ubicar los brotes en el semillero o maceta, rellenar con más sustrato y dejar pasar los días para que estos vayan creciendo.
Cómo cultivar tomates en un invernadero
Si has decidido cultivar tomates en un invernadero porque deseas obtener una gran cantidad de este fruto o quieres comercializarlo, te recomendamos primero germinar el tomate antes de traspasarlo al invernadero.
Una vez hayas hecho esto, debes comprobar el pH. del suelo. Los valores de este deben ser entre 5.8 y 6.8 para que la plantación sea óptima.
Por otra parte, y para que la plantación tenga el resultado esperado, debes controlar muy bien la temperatura ambiente del invernadero, ya que los tomates son muy sensibles a estas. Lo idóneo es una temperatura entre 21 y 27 grados.
Al igual, la humedad también es un parámetro importante y debe estar por debajo del 90% para que no aparezca moho en las hojas del tomate.
Cultivo de Tomates al Aire Libre en Huerto
Si tienes un huerto y deseas plantar tomates en este, te recomendamos, como en las anteriores ocasiones, germinar las semillas antes de plantarlas en el suelo de tu huerto. Además, este último debe tener un buen sustrato para así garantizar un drenaje óptimo.
Una vez que hayas llevado a cabo ambas recomendaciones y tus semillas hayan germinado, debes trasplantar los brotes en la tierra del huerto.
Como tip extra, te contamos que para que crezcan de forma adecuada, debe haber una separación de 60 centímetros entre brote y brote y de 100 centímetros entre surcos, para que así haya una buena exposición al sol y el aire pueda correr entre cada planta.
Al igual, debes controlar muy bien la temperatura. Como recomendación general podríamos decir que procedas a la plantación de tus tomates en primavera, aunque todo depende de las temperaturas de la zona geográfica en la que vivas.
Cultivar tomates cherry
Si quieres aventurarte y comenzar a cultivar tomates cherrys, estos los puedes plantar tanto en maceta como en tu jardín o en tu huerto.
Si quieres saber cómo proceder paso a paso, te contamos que primero tienes que preparar un semillero, con sustrato humedecido para así conseguir la germinación del tomate.
Lo ideal es que ubiques cada semilla con 1 o 2 centímetros de separación y eches por encima más sustrato humedecido para así enterrarlas.
Un truco que puedes utilizar es coger papel film y forrar todo el semillero para que así se genere más humedad en el proceso de germinación.
En cuanto al riego, debes regar cada 3 días y cuando la planta haya alcanzado una altura de 10 centímetros, es cuándo debes trasplantarla a una maceta. En esta, no te olvides de echar más sustrato.
Riego del tomate
El riego es un elemento clave en el cultivo de tomates. Los tomates son muy sensibles por lo que tienes que tener muy en cuenta cómo regarlos y con qué frecuencia hacerlo. Te lo aclaramos más abajo.
¿Cómo Regar Tomates?
La mejor forma de regar el tomate es utilizar agua sin cal, para que la planta pueda crecer con fuerza. Si tienes un huerto o invernadero y deseas comercializar tus tomates, desde Lama también te recomendamos no confiar solo en el agua de las precipitaciones ya que puede ser muy arriesgado.
Por ello, te aconsejamos utilizar riego artificial, como por ejemplo el de goteo, además de un buen filtro que no deje pasar elementos indeseados que obstruyan el riego.
En cuanto a filtros, puedes utilizar tanto los filtros de arena como los de filtros de mallas o los filtros de anillas, que tienen una gran relación calidad-precio y te asegurarán que el riego es de calidad para tus tomates.
¿Cada cuánto regar el tomate?
Debes regar tus tomates de forma regular, pero con poca cantidad de agua. De esta forma, evitarás el exceso de humedad que puede arruinar tu plantación.
Desde Lama esperamos haber despejado todas tus dudas sobre el cultivo de tomates. Recuerda que somos especialistas en sistemas de filtrado, por lo que los materiales que te hemos aconsejado anteriormente te ayudarán a obtener un cultivo de calidad.
