Todo sobre la huella hídrica en agricultura
¿Sabes qué es la huella hídrica?, se trata de un indicador ambiental que nos indica la cantidad de agua dulce que utilizamos, directa o indirectamente, para producir los diferentes bienes y servicios que consumimos regularmente. Esta medición es necesaria para conocer el volumen de agua que gastamos en fabricar o realizar cualquier servicio o producto.
Hoy, en el blog de Lama, te contamos más sobre este indicador, que nos permite saber no solo el volumen de agua en las fuentes subterráneas o superficiales, sino también en el proceso final de fabricación, ya que las cadenas de producción son bastante amplias. De esta forma, nos facilita medir el efecto a nivel socioambiental.
A continuación, hablamos de la huella hídrica en el campo de la agricultura, para conocer el verdadero manejo del agua en este sector.
¿Qué es la huella hídrica en la agricultura?
La huella hídrica está presente en diferentes sectores, como el industrial o el de servicios. Sin embargo, también se encuentra en el sector agrícola, ya que este grupo, una vez usada el agua, no la devuelve al medio o no de la misma forma, generalmente contaminada por fertilizantes.
Entendemos, por tanto, que la huella hídrica en agricultura es la cantidad de agua que usa este sector para producir desde el comienzo hasta el final del proceso de producción de alimentos.
Existen tres tipos de huella hídrica que podemos diferenciar según el tipo de agua que se consume:
- Huella verde: es el volumen de agua de la lluvia, evaporada y que ha utilizado el ser humano, además del agua que se queda en los suelos.
- Huella azul: es el volumen del agua de los ríos y lagos.
- Huella gris: es el volumen del agua contaminada, es decir, el agua que se necesita para diluir los contaminantes hasta que vuelve a un nivel aceptable.
¿Cómo afecta la agricultura en la huella ecológica?
El asunto del agua es un problema bastante importante en la agricultura, puesto que depende de ella para asegurar la sustentabilidad y efectividad de la producción en el campo. Por ello, es importante reducir la huella hídrica en este sector y mejorar el uso que hacemos del agua.
Los sistemas de riego son una de las partes que más afecta a la huella ecológica de nuestro planeta. Esto se debe a que, además de contar con el volumen de agua que se utiliza en esta actividad, también se une la cantidad de agua que se utiliza en el sector ganadero.
De esta forma, y en modo de resumen, entendemos que la agricultura también alimenta a su vez, al ganado, por lo que parte de la producción agrícola también está destinada al sector agrario. Por tanto, el volumen de agua se entiende que es mayor.
Aun así, no significa que sea el sector que más agua desperdicie, aunque sí el sector que más agua consume y, en consecuencia, el que mayor huella hídrica tiene.
¿Qué actividades generan la huella hídrica?
Existen muchas y diferentes actividades que generan la huella hídrica en los diferentes países. De hecho, los hábitos de consumo de un país es uno de los factores que afecta directamente al nivel de la huella hídrica del mismo, concretamente el volumen de consumo de productos.
Por otro lado, las prácticas agrícolas en países con climas de temperaturas elevadas, necesitan una mayor cantidad de agua, algo que aumenta directamente su huella hídrica. También, aquellos donde el rendimiento agrícola es muy bajo por falta de recursos y pocos avances tecnológicos.
Es por ello, que es importante tener sistemas de riego de calidad en tu huerto o cultivo. En Lama, puedes encontrar filtros de arena, filtros de anillas y filtros de mallas para mejorar el rendimiento de tu cosecha. También, si lo necesitas, contamos con válvulas de limpieza para controlar la limpieza y el drenaje del agua.
¿Cómo reducir la huella hídrica en la agricultura?
Aportar soluciones ante el problema de la huella hídrica en la agricultura es una labor que debemos de llevar a cabo todos. Por ello, a continuación, contamos algunas formas de reducir la huella hídrica:
- Fertirrigación: es una técnica que se está empezando a utilizar en el cultivo intensivo, se trata de combinar el agua de riego junto con los fertilizantes. De esta forma, el riego será mucho más controlado y programado según las necesidades de la planta, para que no se aporte ni más ni menos agua.
- Mejorar en los sistemas de riego: aumenta la eficiencia y asegura la sostenibilidad de esta actividad.
- Mejorar las redes de distribución: se reducirán las fugas y pérdidas de agua.
- Agricultura de precisión: con sistemas de riego localizado e inteligente.
- Control climático: estabilizar las necesidades hídricas de las aguas y controlar la cantidad.
¿Te ha resultado útil esta información para tu cultivo? Si aún tienes dudas, no dudes en contactar con nosotros. Además, también puedes preguntarnos sobre los diferentes tipos de riego que son adecuados para tu cultivo.
