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Todo sobre el monocultivo

Todo sobre el monocultivo

El monocultivo es una de las técnicas agrícolas más simples y básicas. Durante los últimos años esta técnica ha estado observada con lupa. Muchos expertos sostienen que aunque permita obtener mayores beneficios y minimizar que la cantidad de maquinaria necesaria sea menor, puede conllevar ciertos problemas relacionados con el suelo. ¿Cuáles son sus riesgos y en qué afecta al suelo? ¡Todo eso y mucho más en un nuevo blog de Lama!

¿Qué es el monocultivo?

El monocultivo, como ya imaginarás, se trata de una técnica de agricultura que consiste en la plantación de un único cultivo en un determinado terreno.

Cuando hablamos de monocultivo también nos podemos referir a animales de granja, es decir, la cría de una sola especie de animal.

El gran objetivo de este tipo de plantaciones es obtener la mayor eficiencia en las actividades agrícolas. Se trata de producir en mayor cantidad para reducir el coste por cada unidad, buscando un punto de máximo beneficio. Sin embargo, a pesar de sus ventajas no está exenta de polémica debido a su impacto ecológico. 

Ventajas de monocultivo

Mayor productividad y eficiencia: el sistema del monocultivo maximiza el rendimiento del suelo aprovechando la situación climática local. Los agricultores suelen elegir cultivos que se desarrollen bien en el clima del lugar. Unos buenos ejemplos son el arroz (que se planta en zonas de marisma) o el trigo (en zonas con muchas horas de sol).

Aumenta el uso de nuevas tecnologías: en este tipo de cultivos el agricultor suele tener más tiempo y recursos para probar nuevas tecnologías que le ayuden a que el cultivo sea más rentable.

Más facilidad de gestión: el monocultivo es más sencillo de gestionar que el policultivo. Las plantaciones de una sola clase de planta exigen menos esfuerzo, conocimientos y recursos que el cultivo de varias clases de plantas.

Desventajas del monocultivo

Peor gestión de plagas: los cultivos de una sola plantación tienen más dificultades a la hora de gestionar las plagas. Las plagas son más prolíficas en cultivos de una sola plantación.

Mayor uso de químicos: esto es una consecuencia del punto anterior. Al ser cultivos más débiles a las plagas el uso de pesticidas es mayor, con todas sus consecuencias negativas para los suelos y fauna. Además, el uso de fertilizantes es también mayor.

Pérdida de fertilidad del suelo: demasiadas unidades de la misma planta degradan el suelo. Disminuye sus nutrientes hasta el punto de agotarlo.

¿Cómo podemos reducir el impacto del monocultivo?

El impacto de un monocultivo depende de su intensidad, es decir, del tiempo que un mismo cultivo está plantado en un mismo suelo. Si un mismo cultivo se planta en la misma zona año tras año, podría ser perjudicial para el suelo.

A continuación, os enumeramos algunas posibles soluciones para mitigar los problemas que causa el monocultivo:

Rotación de cultivos: la rotación anual de cultivos interrumpe los ciclos de plagas y contribuye a mantener el suelo en un estado más equilibrado en cuanto a su composición.

Reducir el uso de químicos: reducir el uso de pesticidas y fertilizantes es muy importante para conservar un suelo sano. Las nuevas tecnologías permiten que ya sea posible un uso más responsable de los fertilizantes ya que no es necesario aplicar la misma cantidad de fertilizante en cada hectárea. Nuevas técnicas como el Crop Monitoring tienen la función de zonificación, que permite aplicar eficazmente los fertilizantes sólo en las zonas donde realmente se necesitan. 

Uso más eficiente del agua: la solución en este caso sería cultivar cerca de las masas de agua para disminuir el uso de las aguas subterráneas.

Buscar alternativas: como el policultivo ayuda a que diferentes especies de cultivos se complementen entre sí y aprovechen mejor los nutrientes del suelo.

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